Una práctica sexual que ha adquirido mucha presencia últimamente es el bondage. En parte debido a la reciente publicación de literatura erótica en la que el bondage tiene una presencia importante. No obstante, el bondage es una práctica que proviene de la antigüedad, desde hace siglos se conocen técnicas para llegar al éxtasis sexual por medio de prácticas similares a las del bondage actual.
El bondage se incluye dentro de la tendencia BDSM, o sadomasoquista. Aunque te suene a algo fuera de lo común no hay que caer en ese error. En el bondage, así como cualquier otra práctica similar, lo importante es centrarse en estimular los sentidos para proporcionar placer, nunca dolor o sensaciones que no sean agradables. De este modo, cada persona elige libremente que es lo que le proporciona placer y lo que no, definiendo unos límites claros en cuanto a la intensidad de las prácticas. Normalmente estas prácticas incluyen un elemento de dominación sexual, ya que debe ser un ama o amo el que se encarga de estimular tu cuerpo.
El bondage en si consiste en algunas técnicas para potenciar los sentidos y proporcionar un placer muy especial, tanto es así que la mayoría de las personas que lo experimentan lo consideran una experiencia extremadamente sensual, erótica y muy sensitiva. Se conocen algunas culturas en las que practicas similares al bondage se utilizaban para la meditación y la exploración interior. La derivación hacia el placer sexual es bastante más reciente.
Algunas de las técnicas mas habituales en el bondage son las inmovilizaciones y ataduras; se realizan con distintos accesorios como cuerdas, esposas, cadenas, telas, etc. Mediante la inmovilización y la suspensión del cuerpo se consigue entrar en un estado de abstracción y completa desconexión de cualquier estimulo exterior. Es normal también anular alguno de los sentidos para potenciar el resto. Por ejemplo es habitual poner una venda en los ojos o tapones en los oídos. Esto ayuda a centrar la mente en el tacto, y así poder proporcionar un placer muy especial, una experiencia sensitiva que no te puedes perder.
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